Resfriados: cómo prevenirlos y tratarlos

El frío en los niños

Los resfriados son el principal motivo por el que los niños faltan a la escuela y los adultos, al trabajo. Sin embargo, mientras los adultos solemos resfriarnos de vez en cuando, los niños pueden sufrir hasta 8 resfriados en un año. Por eso, en este artículo te explicamos qué puedes hacer para tratar los resfriados y para evitar que tu hijo se resfríe.

¿Qué es el resfriado?

El resfriado o catarro común es una infección que afecta a las vías respiratorias altas (nariz, garganta y laringe) y que está causada por virus, principalmente del género rinovirus. Sus principales síntomas son: dolor de garganta, congestión nasal, mucosidad nasal y estornudos. Los niños con resfriado también pueden tener tos, fiebre leve, dolor de cabeza, dolor muscular, cansancio y pérdida del apetito.

Normalmente los resfriados se resuelven por sí solos en unos 7-10 días, aunque a veces pueden causar complicaciones como las otitis medias, las bronquiolitis o, de forma menos habitual, las neumonías.

¿Qué puedes hacer si tu hijo se ha resfriado?

Lo primero que debes tener en cuenta es que el tratamiento del resfriado va destinado a aliviar los síntomas, no a curar la enfermedad. Dicho esto, las principales recomendaciones para tratar el resfriado son:

  • Guardar reposo.
  • Beber líquidos en cantidad abundante. Puedes dárselos en forma de agua, zumos naturales, sopas, etc.
  • Realizar lavados nasales con soluciones de agua de mar o con suero fisiológico en caso de que el niño tenga la nariz congestionada.
  • Aumentar la humedad ambiental con un humidificador para evitar que las mucosas se resequen, aunque esta medida no se aconseja en niños con asma o problemas de hiperreactividad bronquial.

Por otra parte, si tu hijo tiene fiebre o dolor de cabeza, puedes darle paracetamol (que actúa como antitérmico y analgésico) o ibuprofeno (que además de antitérmico y analgésico, tiene efecto antiinflamatorio).

No obstante, debes llamar o acudir al médico si sospechas que tu hijo tiene algo más que un simple resfriado, o en caso de que los síntomas empeoren y/o aparezcan otros nuevos (por ejemplo, dificultad para respirar y para tragar alimentos, dolor en el pecho o en los oídos).

Medidas de prevención

Puesto que no existe ninguna vacuna para el resfriado, la prevención de esta enfermedad se basa en medidas higiénicas para evitar o minimizar el contacto con los virus. Las más importantes son:

  • Procura que tu hijo se lave las manos con agua y jabón de forma frecuente para eliminar posibles virus que puedan hacer que enferme.
  • En la medida de lo posible, intenta que el niño no se toque los ojos, la nariz o la boca si antes no se ha lavado las manos.
  • Mantenlo alejado de otras personas resfriadas.

Por otro lado, si tu hijo o cualquier otro miembro de la familia está resfriado, también es importante tomar medidas para evitar el contagio a otras personas, como por ejemplo:

  • Procurar que la persona enferma se quede en casa.
  • Evitar el contacto cercano con otras personas.
  • Alejarse de los demás antes de toser o estornudar.
  • Cubrir la nariz y la boca con un pañuelo desechable para toser o estornudar.
  • Lavarse las manos después de toser, estornudar o sonarse la nariz.

Fuentes