Cada día mamás y papás nos enfrentamos a un montón de retos para conseguir que nuestros hijos crezcan sanos y felices. Cuestiones que van desde abrigar a los pequeños bien antes de salir a la calle en invierno o tratarles la fiebre de manera adecuada cuando se ponen malitos ya forman parte de nuestra rutina.

En otras ocasiones, nuestro instinto nos hace prever peligros que una persona que no tiene hijos es incapaz siquiera de imaginar: salientes de muebles en punta casi imperceptibles que pueden arañar al niño, un objeto minúsculo escondido bajo la alfombra que se puede tragar, un obstáculo a 30 metros con el que se puede tropezar… Son los súperpoderes de mamás y papás.

Con nuestro radar también somos capaces de detectar cuando el niño siente dolor. Señales como cambios en la expresión de la cara del niño, notar que sonríe menos o que se mueve de una manera extraña activan las alarmas en las familias. Si el niño es muy pequeño y no sabe o no puede explicar lo que le pasa, llega uno de los mayores temores delos padres: no ser capaz de identificar el dolor de sus hijos.

Para que esto no te quite la tranquilidad, en nuestra web te explicamos todo lo que necesitas saber para identificar el dolor de los más pequeños. Además, tenemos una herramienta muy chula para que tu hijo pueda explicarte qué es lo que le pasa de manera sencilla.

Y si tienes dudas, recuerda que tu pediatra siempre es tu mejor aliado en la aventura de la maternidad.