La aventura de la maternidad está llena de etapas y retos, como el de entender los percentiles. Un término que nunca antes habías escuchado pasa a formar parte de tus conversaciones con otros padres y, a veces, de tus preocupaciones.

Para acabar con las dudas y miedos, nada como la información. Así que empezamos por el principio. ¿Qué es el percentil? Es un dato estadístico que se representa en una curva de crecimiento que permite visualizar el desarrollo del niño en cuanto al peso, altura y perímetro craneal. Los percentiles son una herramienta muy útil para identificar precozmente posibles problemas de salud del niño, como los de crecimiento o el riesgo de obesidad infantil

Cuando tu pediatra te dice que tu hijo está en un percentil determinado, por ejemplo, el 40 de peso, lo que te está diciendo es que el 40% de los niños de su misma edad y género pesan lo mismo o menos que tu hijo, y que el 60% pesan más. Si te dice que está en el percentil 20 de talla, significa que el 20% de los niños de la misma edad y género tienen una talla igual o menor que la de tu hijo, y el 80% son más altos. En ningún caso quiere decir que tu hijo sea demasiado delgado o bajo.

Aunque, en general, se considera que el rango “normal” oscila entre el percentil 3 y el percentil 97, lo cierto es que también hay niños sanos que crecen por debajo del percentil 3, o por encima del percentil 97, sin que eso indique que tienen algún problema.

Lo más importante de los percentiles es su evolución en el tiempo. Es decir, si tu hijo siempre ha estado en unos percentiles determinados, según vaya creciendo debería seguir en esos percentiles, y si no existe una subida o bajada brusca en alguno de ellos podéis estar tranquilos, todo marcha bien.